El Cádiz tomó el control hasta el filo de la primera media hora alentado por su gol y ilusionado en la idea de conseguir un segundo tanto. Lo pudo conseguir el venezolano Darwin Machís, que probó al portero visitante Antonio Sivera en un disparo exterior que se colaba (m.27)
Tras la reanudación, el Alavés tomó el balón y metió al Cádiz en su campo, defendiendo bien los gaditanos y cerrando espacios para impedir las internadas de los visitantes.
Luis García Plaza, adiestrador del Alavés, retiró a uno de los 5 defensas que había mantenido desde el comienzo para incluir un jugador más de ataque, refrescando también otras situaciones con la pretensión de crear ocasiones en busca del empate.
Por su lado, Sergio González sostuvo exactamente la misma predisposición táctica, incorporando a ciertos reservas en cambios de hombre por hombre que dotasen de mayor oxígeno a su once.
Aun, en los últimos minutos el Cádiz incorporó a un defensa más, el asturiano Jorge Meré, para pasar a jugar con 3 centrales.
La solvencia protectora de los locales se probó en los últimos minutos, cuando debió jugar el Cádiz con diez futbolistas por la expulsión del argentino Gonzalo Escalante (m.87).
El marcador no se movió más y con el resultado conveniente por la mínima para los gaditanos se llegó al fin del partido.